lunes, 12 de noviembre de 2012

REFORMAS EDUCATIVAS DE GABINO BARREDA


REFORMAS EDUCATIVAS DE
GABINO BARREDA
G u a d a l u p e M U R I E L
E L P R O B L E M A EDUCATIVO ha sido uno de los temas difíciles
con los que ha tenido que enfrentarse desde su nacimiento
l a República Mexicana. L a Nueva España impartió una educación
apropiada a una época, a una filosofía, la escolástica,
y estuvo, en sus mejores momentos, a l a altura de sus necesidades.
Las ideas renacentistas, difundidas y popularizadas por
los pensadores de la Revolución Francesa, ofrecieron conceptos
nuevos de la vida, que ya no encajaban dentro del
patrón tradicional, y provocaron una revolución en todos los
campos del pensamiento. Es consecuencia de ello, en México,
la crisis educacional iniciada a fines del siglo x v m y
proseguida en el x i x.
E n la época colonial fueron valiosos los intentos de
reforma educativa propuestos por los jesuítas dentro de sus
colegios y en sus planes de estudio, como también lo fueron
los de su implacable enemigo, Carlos m , al i n i c i a r l a implantación
en l a Nueva España de una educación superior popul
a r y laica.
Asomándose al inquieto siglo x i x mexicano, encontramos
que en la naciente república, ya ocupa la atención de los
gobernantes lo que venía perfilándose como gran problema
nacional: el educativo. Prueba de ello es toda l a legislación
educativa de l a república hasta el año de 1867. De esta época
son los siguientes planes de estudio:
E l de 1833 d e Gómez Farías que, de acuerdo con una ideología
liberal, secularizó los bienes eclesiásticos, para formar
l a base económica de l a educación. Suprimió l a Universidad,
crendo en su lugar seis establecimientos de estudios superiores.
Formó la Dirección General de Instrucción Pública,
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substrayendo de manos de l a Iglesia el control educativo. Este
p l a n sólo duró un año en vigencia, pues a Santa A n n a no
l e pareció pertinente dejar entrar "las Luces de Siglo" a
México. Así surge en 1834 el segundo plan educativo del
gobierno federal. L a Universidad fue reabierta, l o mismo que
los colegios de San Gregorio, San Ildefonso y San Juan de
Letrán donde se impartirían los estudios superiores. M i nería
y Bellas Artes siguieron funcionando con sus mismas
cátedras. L a nacionalización de bienes eclesiásticos fue n u l i ficada.
L a administración central (1836 a 1846) dictó las disposiciones
educativas del 18 de Agosto de 1843 que elaboraron,
bajo la presidencia del inevitable Santa A n n a , el tercer
p l a n educativo de la República, la Junta Directiva de los
colegios de San Ildefonso, San J u a n de Letrán, San Gregorio
y los directores de las escuelas de Medicina, Minería, y el
presidente de la Compañía Lancasteriana. Esta Compañía,
en v i r t u d del empeño que había demostrado en l a educación
de l a niñez, fue elevada a l a categoría de Dirección Gener
a l de Enseñanza Primaria. La Universidad siguió subsistiendo
tan sólo de nombre; dejaron de impartirse clases en
e l l a y únicamente se le concedió el derecho de otorgar títulos.
Es digno de mencionar el decreto de Santa A n n a del
26 de octubre de 1842, pues en él por primera vez en l a legislación
mexicana se ordenó que l a educación primaria fuera
gratuita y obligatoria. E l texto dice así: " T i e n e n obligación
los padres o tutores de mandar a l a escuela a los niños de 7
a 15 años bajo l a pena de 5 reales de multa o 5 días de p r i -
sión.2
E l cuarto p l a n de estudios del 19 de diciembre de 1854,3
emana del gobierno central (1853-1855) ya que el federal que
rigió de 1846 a 1853 no elaboró ninguno. E l plan es de
tendencia conservadora en cuanto a la forma de organizar
los estudios y en cuanto a los estudios mismos. L a Universidad
volvió a adquirir su rango de centro educativo superior.
E l 19 de diciembre de 1854 el presidente Martín Carrera
suprimió el plan inmediatamente anterior y puso en vigor el
del 18 de agosto de 1843, en el que l a Universidad no existía
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más que de nombre. E l 14 de diciembre de 1857, Comonfort
cerró l a Universidad, y el 15 de a b r i l de 1861 el presidente
Juárez, por medio de su ministro Ignacio Ramírez decretó
el quinto plan de estudios que se caracterizó por su espíritu
laico; la enseñanza religiosa fue suprimida definitivamente
de todos los programas de estudio.
E n 1858 la Universidad había sido abierta por el presidente
Félix Zuloaga, pero por medio de unos de los primeros
decretos de M a x i m i l i a n o , el 30 de noviembre de 1868, fue
clausurada nuevamente por considerarla "una palabra sin
sentido". E l Emperador trató de organizar l a educación en
México creando los famosos liceos, copiados de los franceses.
Su plan de estudios fue sin embargo bastante completo y
encerró una ideología liberal que desconcertó a sus partidarios
en México.
Es notable el gran interés del gobierno por el problema
educativo, no obstante el caos político del momento. Cuanto
el ingenio humano había ideado para promover el desorden
y encender los ánimos, se había puesto en práctica desde la
Guerra de Independencia hasta l a Segunda República: cuartelazos,
planes revolucionarios, asonadas militares, protestas,
manifiestos, golpes de estado, etc. A causa de ello, l a mayoría
de l o ordenado había quedado en el papel, pues los vaivenes
políticos impidieron l a realización de esos planes de estudio
que fueron un grandioso intento de i r poniendo a México
a la altura de las "Luces del Siglo".
L e tocó al ilustre médico positivista Gabino Barreda la
elaboración del siguiente plan educativo. Barreda estudiante
de leyes, graduado en medicina y discípulo de Augusto Córate
en París, ocupó el puesto de reformador de l a educación
mexicana bajo el gobierno juarista.
A L INAUGURARSE la segunda república, México poseía una
constitución, l a de 1857, integrada con las leyes de Reforma;
u n grupo de dirigentes, tal vez el mejor que ha producido
l a nación, formado por: Benito Juárez, Jesús González Ortega,
Manuel Negrete, Guillermo Prieto, Lerdo de Tejada,
José María Iglesias, Vicente y Mariano R i v a Palacio, Justo
554 GUADALUPE M U R 1 EL
Sierra, Porfirio Díaz, Antonio Martínez de Castro, Ignacio
V a l l a r l a , Ezequiel Montes, Francisco Gómez de Palacio y
otros; una vida democrática y una libertad pública reales.
S in embargo, la República era pobre como consecuencia
inmediata de las sangrientas guerras anteriores, y si l a vida
política era robusta, l a economía, en cambio, no l o era. A
m u l t i t u d de problemas de toda índole se debía de enfrentar:
a la falta de comunicaciones que afectaba principalmente
la economía dividiéndola en pequeñas zonas. A la
asimilación cultural del indio, que aislado en pequeñas comunidades,
permanecía ajeno a l a civilización y la cultura.
A l problema de la escasa población y, sobre todo, a su mala
distribución, que dejaba despoblada más de l a mitad del suelo
patrio, y a muchos otros más.
Las clases sociales eran muy desiguales. Existía una mayoría
de campesinos mal pagados y con trabajo rudo, un
proletariado en las ciudades que, recién iniciado en el trabajo
de las nacientes industrias, estaba mal remunerado y
soportaba jornadas de trabajo interminables, lo que ocasionó
las primeras huelgas. L a clase media era poco numerosa y
carecía de unión y de empuje emprendedor. La riqueza
estaba concentrada en unas cuantas manos y la pobreza era
general. Esta daba lugar a l a mendicidad, a l a invalidez, al
abandono de niños y ancianos, a la insalubridad pública,
al bandolerismo en el campo y a l a inseguridad i n d i v i d u al
en la ciudad. Los problemas del cuidado social eran mayores
que en otras épocas para el gobierno, pues la victoria
política echó sobre él las responsabilidades y cargas que
antes soportaban l a iglesia y las organizaciones religiosas.*
L a instrucción y l a enseñanza preocupaban particularmente
al gobierno, porque de ellas se esperaba todo: " l a asimilación
del indio, l a redención del peón, rematar l a victoria
sobre l a Iglesia, el éxito de l a colonización, la sabiduría general
del país y su vida internacional en u n p l a n de igualdad
con las demás naciones.5
E L PRESIDENTE Benito Juárez, nombró Ministro de Justicia
e Instrucción Pública, a don A n t o n i o Martínez de Castro, y a
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él encomendó la reorganización de toda l a instrucción pública.
E l problema era arduo, pues había que reconstruir y organizar
todo. Martínez de Castro forma una comisión para
elaborar u n p l a n general de instrucción pública. Esta comisión
presidida por Gabino Barreda tuvo como colaboradores
a Francisco y José Díaz Covarrubias, Pedro Contreras
Elizalde, Ignacio Alvarado y el Lic. E u l a l i o Ortega. E l i -
zalde y Barreda eran positivistas, los demás liberales y científicos
distinguidos que se dejaban llevar por las convicciones
de Barreda, formando así u n grupo homogéneo. Eulalio Ortega,
el erudito abogado, era tal vez el más disímbolo por su
preparación exclusivamente jurídica.
G a b i n o Barreda tuvo en este momento l a oportunidad de
su vida: la de implantar las ideas positivas en la educación
mexicana. Barreda se encontraba en plena madurez intelectual.
Su vida dedicada al estudio científico y positivo lo
debe haber llevado a soñar con este momento. E n sus manos,
estaba l a educación de México; de ella dependía, según sus
convicciones, el futuro del país y más aún, el del mundo
entero. Esta oportunidad no l a habían tenido n i los mismos
positivistas franceses. México sería el país donde se realizaría
el gran experimento de l a educación positiva que tanto prometía.
Barreda estaba convencido de ello y era sincero. A él
se encomienda l a difícil e ingrata misión de reformador y
l a va a cimentar en el positivismo de Augusto Comte.
L a comisión presidida por Gabino Barreda, elaboró l a ley
del 2 de diciembre de 1867, que reglamentó l a enseñanza en
el Distrito Federal y territorios mexicanos. Los Estados de
l a federación tenían autonomía para elaborar cada uno sus
leyes educativas, mas siempre les servía de guía la legislación
de l a capital y más aún, muchos Estados l a llegaban
a copiar
Vamos a analizar l a citada ley que reforma l a educación
en todos sus grados; primaria, media y superior, y más detalladamente
la preparatoria, porque siendo ella l a obra esenc
i a l de Gabino Barreda, l a estudiaremos con especial cuidado.
556 G U A D A L U P E M U R I E L
E n el encabezado de l a misma, figuran unas palabras del
Presidente Benito Juárez: "Considerando que difundir l a ilustración
en el pueblo, es el medio más seguro y eficaz de
moralizarlo y de establecer de una manera sólida, la l i b e r t ad
y el respeto a l a constitución y a las leyes, he venido en expedir
la siguiente ley orgánica de instrucción pública." «
E l capítulo i de l a ley, se refiere a l a educación primaria.
Éste dice: Será costeada por los fondos municipales y su número
estará relacionado con las necesidades de l a población.
Esta ley, que se reglamentó el 24 de enero de 1868, ordena
l a fundación de una escuela en cada población que tenga
más de 500 habitantes; en las que excedan de 3 000 se aumentará
una para cada sexo por cada 2 000 habitantes.
E l ayuntamiento de l a ciudad sostendrá doce escuelas de
cada sexo. Las asignaturas señaladas por la ley para este
grado eran las siguientes: lectura, escritura, gramática castellana,
estilo epistolar, aritmética, sistema métrico decimal, r u dimentos
de física, artes fundadas en la química, mecánica
práctica (movimiento y engranes). Dibujo lineal, moral, urbanidad,
nociones de derecho constitucional, rudimentos de
historia y geografía especialmente de México.
L a primaria de niñas tenía menos asignaturas que la de
los niños, se le suprimieron rudimentos de física, l a de artes
fundadas en l a química, la mecánica práctica, el dibujo l i neal,
las nociones de derecho constitucional y se les aumentaban
las de higiene práctica, labores manuales y el conocimiento
práctico de las máquinas que las facilitaban.?
L a ley declaraba gratuita l a educación primaria para los
pobres, y obligatoria para todos. Se sancionaba a los empleados
públicos suspendiéndoles el pago de sus sueldos si no
comprobaban l a asistencia a l a escuela de sus hijos en edad
escolar (5 a 14 años). E l reglamento suprimió algunas materias
(química, física, mecánica, dibujo) a las del plan de la
ley de 1867 pues las consideró elevadas para l a escuela elemental.
L a ley fue un intento muy laudable de dar instrucción
elemental a todos los niños de México. Esta educación debía
ser obligatoria, gratuita (de hecho lo fue) y laica porque se
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suprimió el estudio de la religión. Pero l a pobreza de muchos
ayuntamientos, l a falta de maestros y l a negligencia de
muchos padres (ya que las sanciones fueron relativas) imp
i d i e r o n su realización. También se trató de aumentar sueldos
a los maestros (ganaban $6.00 mensuales), pero l a pen
u r i a del erario l o hizo imposible.8
Como se puede apreciar, Augusto Comte nada tiene que
ver con la educación elemental. E l filósofo francés, como
hemos visto, opinaba que la educación infantil (período
teológico) del hombre, no debía ser formal n i sistemática, por
l o que hubiera estado más de acuerdo con la tradicional
escuela elemental escolástica. Sin embargo, Gabino Barreda
no opinaba así, pensaba que al niño se le debía de iniciar en
los estudios y en los métodos científicos, desde la escuela
p r i m a r i a . 9
E N E L C A P Í T U L O H de l a misma ley, se reglamentó l a enseñanza
secundaria y profesional y se establecían para ella las
siguientes escuelas: "
De instrucción secundaria para el sexo femenino, de estudios
preparatorios, de jurisprudencia, de medicina, cirujía y
farmacia, de agricultura y veterinaria, de ingenieros, de naturalistas,
de bellas artes, de música y declamación, de comercio,
una Escuela Normal, una de Artes y Oficios, una
escuela para l a Enseñanza de Sordo Mudos, u n Observatorio
Astronómico, una Academia Nacional de Ciencias y Literatura
y un Jardín Botánico.
L a escuela de instrucción secundaria para señoritas quedó
proyectada conforme a las materias siguientes:1 1 Ejercicios
de lectura con modelos escogidos en español. Ejercicios de esc
r i t u r a y correspondencia epistolar, gramática castellana, r u dimentos
de álgebra y geometría, cosmografía y geografía física
y política (especialmente de México), elementos de cronología
e historia general, historia de México. Teneduría de
libros, medicina e higiene y economía doméstica; deberes de
las mujeres en sociedad, deberes de l a madre en relación a la
f a m i l i a y al Estado; dibujo lineal, de figuras y ornato; francés,
inglés e italiano, música, labores manuales, artes y ofi558
GUADALUPE M U R I E L
cios que se puedan ejercer por mujeres, nociones de horticultura
y jardinería, métodos de enseñanza comparada. Estos
estudios se reglamentarían en cinco años y eran los conocimientos
máximos a los que podía aspirar una mujer entonces.
L a escuela serviría de Normal para maestras de primar
i a , pues aunque l a ley reglamentó una Normal de hombres
y otra de mujeres, no se llegaron a establecer. L a moral y
educación cívica fueron suplidas por la materia que se designa
como obligaciones de la mujer. Aquí se nota el pensamiento
positivista de Barreda, pues Comte le daba gran importancia
como esposa, madre e hija. E l p l a n trató de elevar
culturalmente, hasta donde era posible, a l a mujer de esa
época.
E n l a Escuela Nacional Preparatoria, según l a ley de 2 de
diciembre de 1867, se debían establecer la siguientes cátedras:
12 j . Gramática española, 2. Latín, 3. Griego, 4. Francés,
5. Inglés, 6. Alemán, 7. Italiano, 8. Aritmética, 9. Álgebra,
10. Geometría, 11. Trigonometría rectilínea, 12. Geometría
esférica, 13. Geometría analítica, 14. Geometría descriptiva,
15. Cálculo infinitesimal, 16. Mecánica racional, 17. Física
experimental, 18. Química general, 19. Elementos de historia
natural, 20. Cronología, 21. Historia general, 22. Historia
Nacional, 23. Cosmografía, 24. Geografía física y política,
25. Ideología, 26. Gramática general, 27. Lógica, 28. Metafísica,
29. Moral, 30. Literatura, poética, elocuencia y declamación,
31. D i b u j o de figuras, de paisaje, lineal y de ornato,
32. Taquigrafía, 33. Paleografía, 34. Teneduría de libros. Siguiendo
l a frase que cita Augusto Comte, de Moliere, aquí
si podemos decir que hay "claridades de todo".
Si al lector de hoy le debe causar asombro este conjunto
impresionante de cátedras que debían dictarse en la escuela
preparatoria, cuanto más debieron causarlo a los hombres
de 1867.
Esta escuela es l a obra de Gabino Barreda, en ella concentró
todo su saber, esfuerzo y por ella luchó con tenacidad
hasta su muerte.
A continuación expondremos l a razón de ser de este plan
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enciclopédico de estudios, y el especial orden de materias
que elaboró el reglamento del 24 de enero de 1868.
T a n t o el gobierno como los gobernados esperaban una
renovación en l a cultura media del país, que la pusiera a
l a altura de las nuevas necesidades. Mucho se había legislado
de la Independencia a esta época en materia educativa,
pero poco se había realizado. L a verdad es que después
de todo lo proyectado, esta educación seguía siendo casi la
misma de la época colonial; seguían subsistiendo los colegios
con sus cursos de l a t i n i d a d y filosofía. De las reformas
educativas eran pues las más urgentes, la de l a secundaria y
l a relacionada con los métodos de estudio que seguían siendo
anticuados.
Se deseaba una preparatoria más completa y científica,
pero nadie imaginó que, de la ley que estamos estudiando,
surgiera u n p l a n cargado con todo el saber humano.
E l porqué de ello, sólo lo comprendieron Barreda y un
grupo de positivistas, y tanto de los liberales como de l a opinión
conservadora, surgieron duros ataques, apenas aprobado
el plan, que tendían a desintegrarlo; y es que Barreda no
admitía términos medios, el enciclopedismo debía ser íntegro,
y el orden de materias riguroso; condiciones sin las cuales
no podría funcionar el sistema positivo de enseñanza que
llevaría a tan anheladas metas.
Barreda concentró su atención en esta escuela porque era
e l l a l a única apropiada a l a integral educación positiva. La
escuela primaria era muy elemental, y l a profesional era ya
especializada. Veamos pues, qué significaba para Barreda
este conjunto de estudios y orden a que los sometió.
E l saber humano tiene una finalidad para el positivismo
que se puede resumir con su lema: saber para prever, prever
para obrar. Este saber debe ser científico, ya que el conocimiento
metafísico escapaba a las posibilidades de la razón
para los positivistas.
T o d o es ciencia para Gabino Barreda: l a ciencia histórica,
l a ciencia del derecho, l a ciencia de l a psicología, l a de
sociología, de l a lógica, como l a física, las matemáticas, todas
son susceptibles de reducirse a leyes, y precisamente estas le5
6o GUADALUPE M U R I EL
yes son lo más importante del conocimiento científico. Conociendo
estas generalizaciones, podemos prever el futuro,
porque sabremos lo que va a acontecer.
Por otro lado, consideradas todas las ciencias como ramas
de la ciencia única que es l a sociología, el saber estaría encaminado
al estudio de la humanidad, del G r a n Ser. Otra
razón poderosa para la existencia de la enciclopedia nos la
da Barreda en su carta d i r i g i d a a Mariano R i v a Palacio:
Las personas aún entre las que se dicen más cultas,
existen supersticiones y falsas ideas sobre los fenómenos
físicos más sencillos. ¿Quién ha cultivado un poco de
las ciencias naturales no ha tenido frecuentes ocasiones
de sorprenderse de las nociones falsas y, tal vez debía
yo decir, de las paparruchadas que circulan entre los
hombres más ilustrados de otras materias, pero que en
v i r t u d de la educaci6n incompleta que recibieron, nada
conocen, por ejemplo, de las leyes de la organización
y de l a vida? ¿Quién no ha visto admitidas sin dificultad
y aún con cierta satisfacción las teorías más absurdas
y contradictorias sobre las funciones vitales de todo género,
sobre las combinaciones químicas, y aún sobre los
fenómenos físicos y astronómicos un poco superiores?
Por ese motivo ha podido decirse con sobrada razón,
que en ciertas materias, el vulgo no se encuentra sólo
entre los ignorantes.13
Unos años antes, se hubiera considerado ignorante al hombre
que desconociera las humanidades; para Gabino Barreda,
el ignorante es aquel que no sabe de ciencias naturales.
E l enciclopedismo, dice Barreda, dará a los estudiosos ese
fondo común de verdades necesarias para adquirir una conducta
práctica, atendiendo a las necesidades reales de la sociedad.
"Ese fondo común de verdades que nos ha de servir
de punto de partida debe presentar un carácter general y
enciclopédico, para que n i un solo hecho de importancia se
haya inculcado en nuestro espíritu sin haber sido antes somet
i d o a una discusión aunque somera, suficiente para darnos
a conocer sus verdaderos fundamentos".14
L a educación intelectual fue el principal objeto de los
estudios preparatorios. L a completa instrucción que ella proR
E F O R M A S E D U C A T I V A S 561
porcionaría tendría ventajas enormes que, sin embargo, resultan
secundarias si se comparan con l a disciplina mental
que imponen.
Para Barreda el método era más importante que los conocimientos
científicos que se adquirían. E l método fue l a primera
condición de todo éxito. Los métodos se aprendían
prácticamente estudiando las ciencias positivas. Sin método
no era posible llegar a l a verdad. "Desde los más sencillos
raciocinios deductivos hasta las más complicadas inferencias
inductivas, todo se pone sucesivamente ante sus ojos, no por
simples reglas abstractas incapaces las más veces de ser comprendidas
y mucho menos de ser puestas en uso, sino haciendo
prácticamente cada día, o viendo hechas las mejores
aplicaciones de dichos métodos".15
Para lograr aprender prácticamente los métodos de conocimiento,
se necesitaría ordenar este disperso saber por medio
de una meticulosa clasificación. E l mismo Barreda hace por
eso una crítica a los planes de estudio de los liceos de M a x i miliano,
que no seguían u n orden determinado; los llega a
llamar " o l l a p o d r i d a " . 1 0 La clasificación de las ciencias se
escalonó así: de las más abstractas a las más concretas, de las
más simples a las más complejas, siguiendo a l a vez el orden
evolutivo de l a historia de las ciencias, de l a humanidad y
del individuo mismo, según lo dispuso Comte.
Los estudios debían iniciarse con las matemáticas y concluirían
con l a lógica, pasando por l a cosmografía, l a física,
l a geografía y la química, y luego la historia de los seres
vivientes. Estos estudios serían una cadena continua que se
eslabonaría y en ella los anteriores servirían de base a los
posteriores."
E n la carta citada fue donde Barreda expuso el porqué de
l a colocación de cada materia y el orden de ellas. E l estudio
referente a las ciencias sería el más importante en cuanto
a l lugar que deben ocupar, ya que los estudios que él llama
complementarios, no ameritarían u n orden estricto.
C o n las matemáticas se debían iniciar los estudios. Éstas
nos enseñan los métodos lógicos de la educación y el silogismo.
Además su contenido es importante, pues su u t i l i d ad
5Ó2 G U A D A L U P E M U R I E L
se palpa tanto en l a v i d a d i a r i a como en l a profesional. "Los
raciocinios matemáticos son la base indispensable de una
verdadera educación científica, y para mirar (de conformidad
con el dicho que se atribuye a Platón) a todo el que carece
de estos conocimientos, como falto de l a condición esenc
i a l , para el cultivo fructuoso de los más elevados ramos de
l a filosofía".18
Defiende Barreda la obligatoriedad de las matemáticas
como estudio preparatorio básico para todas las profesiones,
porque lo más importante de ellas es sobre todo el método
en sí que se aprende prácticamente y no por reglas abstractas.
E l p l a n principia, pues con los estudios matemáticos
"que por fundarse en generalizaciones elaboradas en otros
tiempos y hoy aceptadas sin pruebas, pueden seguir el método
deductivo simple y proporcionar ejercicios adecuados para
aprender a hacer silogismos correctos".19
Los estudios matemáticos comprenden: aritmética, álgebra,
geometría plana, del espacio y descriptiva, trigonometría
rectilínea y esférica, cálculo infinitesimal. Le sigue en el
orden l a astronomía precedida de l a mecánica. En ella se
aplicarían los estudios matemáticos que estudian, después de
las ciencias citadas, los fenómenos más simples de l a naturaleza;
el método de conocimiento es aquí l a observación p u r a . 20
L e sigue l a física, ciencia que tiene un carácter experimental
y de observación. Con este estudio los alumnos aprenden
el método inductivo sin abandonar el deductivo. Los fenómenos
aquí estudiados son ya mucho más numerosos y complejos.
"Así primero el raciocinio puro, después, observación
como base del raciocinio, y luego observación y experimentación
reunidas, van formando l a escala lógica por la que
debe pasar nuestro espíritu al caminar desde las matemáticas
hasta l a física, en donde todavía se hace frecuente e importantísimo
uso de los teoremas y de los métodos matemáticos
para las investigaciones que son de su resorte".21
L a química es el eslabón que seguía en l a cadena. E l método
de experimentación se usa con plenitud. L a inducción
predomina decididamente y el arte de l a denominación explicada
por una complicada terminología, también se aprendía.
R E F O R M A S E D U C A T I V AS 563
Venían después los estudios de botánica y zoología que
seguían en el orden ascendente de complejidad. Los métodos
que requieren estas ciencias son: el de observación y experimentación
ya usados y el de comparación que adquiere
gran importancia y no se había empleado en las ciencias que
le preceden en el orden de estudios. E l estudio de los seres
vivientes, dada l a complejidad de éstos, es mucho más difícil
por lo que se requiere el uso de todos los sentidos para su
estudio: vista, oído, gusto y tacto que sólo parcialmente se
habían usado con anterioridad. A l estudio de l a biología le
concede Barreda una extraordinaria importancia, tanto por
el método en sí, que i m p l i c a su conocimiento, como por los
estudios mismos. " L a zoología nos enseña el difícil arte de
l a clasificación." "Por esa complicación de métodos y de
doctrinas que caracterizan al estudio de los seres vivientes y
de las funciones que les son propias, y por el auxilio que
para el estudio de éstas se saca de los conocimientos acumulados
en las otras ciencias, s in las cuales, todos los actos vitales,
aún los más elementales, serían enteramente incomprensibles,
se han puesto estos estudios después de los de las
ciencias físicas y químicas, que vienen a continuación de
las matemáticas y de l a astronomía, en l a cual se ha podido
estudiar l a aplicación más racional, más fecunda en resultados
y al mismo tiempo más sabia y segura de otro importantísimo
artificio lógico, las hipótesis, de que esta última ciencia
se sirve a cada paso con u n éxito completo, y donde, por
lo último, habrá siempre que i r a buscar los mejores ejemplos
y las más seguras reglas para su uso en otros casos más
difíciles." 2 2
L a geografía y l a historia, cuyo estudio puede ser también
simultáneo, irán en el tercero y cuarto años, precedidas
de esa manera por los estudios de cosmografía que son base
de l a geografía.
L a novedad más grande del plan de Barreda, es l a colocación
de l a lógica en el último año de estudios. L a razón
que da Barreda para ello, es que el estudio de esta materia,
se debía de hacer prácticamente. E l ordenamiento de materias
en ese riguroso orden obedecía, sobre todo, al método que
564 GUADALUPE M U R I E L
usan y que los alumnos debían ir estudiando así prácticamente:
"Primero se aprende a ejecutar las operaciones correspondientes
y luego vienen las reglas teóricas que no pueden
ser otra cosa sino l a sistematización y el perfeccionamiento
de aquellas mismas que antes se habían ejecutado de una
manera puramente espontánea y empírica." 2 3
Así, l a lógica sería el coronamiento de todos los estudios
científicos. Para fundamentar su tesis, Gabino Barreda hace
un estudio minucioso de los métodos y los valora.
E n los sistemas educativos antiguos el método que se usaba
con preferencia era deductivo. Se daban por válidos una
serie de principios universales y el estudio se reducía a sacar
de ellos l o particular, es decir, el método se reducía al silogismo
teórico que se enseñaba en l a clase de lógica. "Para
lograr en ese arte alguna práctica, se emprendían de ordinario,
las más insulsas y anti-científicas disputas con tal de que
ellos pudiesen dar lugar a l a formación de una serie más o
menos prolongada de silogismos, lo cual no podía menos de
pervertir el espíritu y el corazón de los jóvenes acostumbrándolos
a gastar su tiempo en cuestiones impertinentes, sostenidas
con l a más insigne mala fe." 2 4 La crítica es justa, pues
era esa l a realidad en cuanto a los métodos escolásticos que
aún imperaban.
Barreda no desecha el método deductivo como medio de
conocimiento, pero critica el uso y el abuso que se hizo de él.
"¿Qué se puede aprender en efecto, en silogismos como el siguiente,
que vemos por ahí en los cursos de lógica: Todo
metal es cuerpo, todo plomo es metal. Luego todo plomo es
cuerpo? ¿Qué hay de nuevo en esa conclusión que no fuere
ya perfectamente conocida por el que había puesto o admitido
la proposición mayor?2 5 Las reglas del silogismo se
aprenderían, según el método de Barreda, en el estudio mismo
de las matemáticas y la geometría.
Barreda habla de otro defecto del estudio de la lógica,
que era l a poca o casi n u l a atención que se ponía en el estud
i o del método inductivo, "Que es l a verdadera fuente de
todos nuestros conocimientos reales y de l a cual tienen que
partir hasta nuestras inferencias deductivas," se omitía en
R E F O R M A S E D U C A T I V A S 565
los cursos de lógica, o se hablaba de este procedimiento importantísimo,
como de una cosa insignificante y muy obvia.
Con esta pésima preparación lógica, los alumnos no
podían dedicarse a los estudios científicos, pues el método
inductivo es el método de investigación científica por excelencia,
puesto que todas sus verdades son generalizaciones
inductivas. Y, sigue diciendo, si al alumno se le enseñaba en
l a clase de lógica que de proposiciones particulares no se
puede inferir una proposición universal, se le cerraba el
camino a toda investigación verdaderamente racional y científica
y a l a ley misma, que es el objeto último de los conocimientos
para l a ciencia positiva.
Anulando el p r i n c i p i o de autoridad (no hay más autoridad
que l o demostrado) el único método lógico para llegar a
las verdades universales es l a inducción. Insiste Barreda, " E l
espíritu moderno que es inductivo, práctico y propio de los
científicos, ve con antipatía el antiguo espíritu teórico deductivo.
Pero l a reconciliación debe venir con el conjunto
de estudios convenientemente colocados en un inteligente
p l a n " . 2 6
C r i t i c a también el médico positivista, a l a exageración en
el método de observación y experimentación que llevan al
charlatanismo, pues la mala o superficial interpretación lleva
a terribles errores. La lógica moderna debía ser por ello
teórica y práctica, primero se estudiará ésta y luego aquella
al f i n de curso. Este afán por encontrar métodos de investigación
adecuados a los diferentes conocimientos, indica un
espíritu de renovación científica que mucha falta hacía en la
enseñanza en México. Junto con la lógica, o concurrente
con ella, se estudiaría la ideología y psicología que son " E l
estudio de las leyes a que están sujetas las más nobles y elevadas
facultades del hombre y también, por lo mismo, las
más complicadas, por lo que no pueden venir sino después
de los demás estudios." ^
E l estudio de l a psicología que Barreda une y hasta confunde
con el de l a ideología, estaba en esa época en pañales,
y por lo tanto, era muy difícil imponerlo como materia
formal. E l reglamento de 68 l a excluye del p l a n de estudios.
566 GUADALUPE M U R I EL
C o n relación a otras materias que Barreda impone, considera
que su ordenamiento no sería riguroso, sino que se acomodarían
teniendo en cuenta lo que conviene al p l a n general. De
las lenguas vivas (francés, inglés, alemán e italiano), Barreda
colocó al francés en los primeros años, atendiendo a que las
obras científicas contemporáneas estaban escritas en ese idioma
y a que los alumnos llevaban su conocimiento desde la
primaria. A l inglés lo colocó en segundo lugar por las mismas
razones. E l italiano y alemán, obligatorios sólo para
algunas profesiones, se colocarían en los años menos recargados
de estudios. Las lenguas vivas venían a s u p l i r así al
estudio del latín, que como lengua científica había perdido
su vigencia. Sin embargo, se decretaron dos años para estudiarlo,
que debían ser los últimos, pues Barreda dice que
debido a su dificultad, si se estudiaba en los primeros años,
los alumnos lo olvidarían.
E l estudio de l a gramática castellana se colocó en el tercer
año porque, pensaba Barreda, se necesita una mente más cultivada
para hacer u n estudio más profundo y razonado del
idioma, presentando a l a vez ejemplos dignos de imitar y sal
i r así de l a superficialidad con que se había estudiado. Ya
no se haría a base de memorización, sino que se trataría de
que los alumnos usaran l a inteligencia por medio de la i n ducción
y l a abstracción. Las raíces griegas las colocó en
los años menos recargados.
E l orden que deben seguir las materias básicas, por años,
puede esbozarse así: íer. año: matemáticas, 20. año: mecánica
y cosmografía; 3 e r . año: física; 40. año: química; 50.
año: zoología y botánica. Como se puede apreciar, para seguir
ese riguroso orden le falta u n sexto año en el que se
debían colocar l a ideología y l a lógica que son estudios que
deberían hacerse con posterioridad a los citados del 50. año.
L a solución se dio, ya que por l o pronto era imposible agregar
más tiempo a los estudios, colocando estas materias en
el quinto curso. L a ley 2 de diciembre de 1867 se estableció
por el reglamento del 24 de enero de 1868, y en él se especificaron
el orden de materias, pero se dividieron los estudios
R E F O R M A S E D U C A T I V A S 567
en especialidades. A pesar de estas diferencias, el p l a n barrediano
no sufrió alteraciones de consideración.
Esta división consistió en hacer bachilleratos especiales
para cada carrera, de médico, abogado, ingeniero y arquitecto.
Pero todos ellos conservaron las materias que Barreda
consideraba fundamentales. Sin embargo, sí tiene cierta importancia
el que a los ingenieros se les haya suprimido el
50. año de preparatoria, porque el orden de materias se rompió
a l acumular en el 40. las que debían seguir una sucesión
lógica. L a geometría que en l a ley se especificaba como analítica
y descriptiva, se impuso a todos.
L a literatura fue asignada nada más a los abogados, farmacéuticos
y médicos, y l a paleografía y taquigrafía se descartaron
definitivamente, lo cual descongestionó un poco
el plan.
L a moral que suplió el estudio de l a religión en el estado
laico, fue obligatoria para todos. Esta cátedra fue impart
i d a conforme a la moral positivista, que era una moral
social y se enseñaba a base de ejemplos: L a v i d a de los grandes
hombres a los que se debe imitar, haciendo hincapié
en el hecho de que lo bueno son los actos altruistas, es decir,
los que están dirigidos a l beneficio de l a humanidad, y
los malos, los egoístas, los que están dirigidos al bienestar
personal. U n a gimnasia " e s p i r i t u a l " hará que se repitan con
más frecuencia aquellos, logrando así la perfección individ
u a l . 2 8
L a metafísica que aparecía como una mancha en los estudios
preparatorios de 67, en el reglamento de 68 sólo aparece
consignada para los abogados y con el nombre de historia
de l a metafísica. Esto debe haberle parecido menos mal a
G a b i n o Barreda, ya que la existencia de esa cátedra en su
preparatoria, vendría a destruir todos sus esfuerzos por la
implantación de una educación positiva. Nos extraña l a razón
de su existencia en u n p l a n emanado de liberales y positivistas,
pues aquellos, siempre que habían estado en el poder,
habían tratado de suprimirla. Podemos explicarnos su
presencia pensando que ya sin el enemigo conservador, los
liberales no tenían porqué temerla y l a impusieron porque
568 G U A D A L U P E M U R I EL
consideraban muy importante su estudio. Sería de sumo i n terés,
conocer las discusiones entre liberales y positivistas en
l a junta en l a que se elaboró l a ley en l a cual Gabino Barreda
había tratado de concilia r las dos doctrinas, que en muchos
aspectos seguían siendo diferentes.
E L P L A N DE ESTUDIOS de l a preparatoria nacional es una creación
original de Gabino Barreda, pues no lo reduce únicamente
a las materias que cita Augusto Comte, sino que impuso
otras por su propia cuenta: ideología, historia, literatura,
gramática española y general, griego, geografía, lógica y
moral.
Respecto al estudio del latín, Comte da sus razones para
justificar su estudio y Barreda otras; aquél ve que el latín
da conciencia de comunidad entre los pueblos latinos; para
éste es un estudio indispensable para comprender l a terminología
científica de las ciencias. Por estas mismas razones
se creó una cátedra de raíces griegas.
E n cuanto a las historias general y de México, que quedan
unidas en u n solo curso en el reglamento de l a ley, no nos
especifica la u t i l i d a d de su estudio, pero el hecho de imponerlas
significa que considera importante su estudio. A la historia
considerada como ciencia, se le dio u n sentido pragmático
y u t i l i t a r i o ; l a v i d a de los grandes hombres considerada
como digna de imitar se puso por ejemplo. L o mismo ocurre
en los cursos de gramática. De l a psicología y l a ideología
previstas en l a ley, sólo l a ideología pasó al reglamento.
A ambas las consideró de interés, pues son ciencias que estud
i a n las "leyes del pensamiento humano". E n cuanto a la
literatura, Barreda nos da razones importantes para justificar
su estudio "como rama de l a educación, no es posible
desconocer l a u t i l i d a d de cultivar aunque sea como iniciación,
una de las bellas artes más propias para mejorar nuestro
corazón inspirándonos los sentimientos de l o más bello, de
l a armonía de lo justo y de lo grande. E l estudio abstracto
de l a pura ciencia, tiende a secar nuestro corazón, y es conveniente
presentar el antídoto de las creaciones poéticas antes
de que el mal se haya hecho irremediable".2 9 Los áridos
R E F O R M A S E D U C A T I V A S 569
estudios científicos van acompañados del arte, l a fantasía, tan
criticada por Comte, para que a los estudiantes de l a preparatoria,
no se les vaya a secar el corazón.
Como se ve, el plan tuvo originalidad; sigue al fundador
del positivismo, en cuanto a las materias científicas y
al orden que prescribe para ellas, pero Barreda integró su
p l a n con materias que él consideró importantes para una
instrucción más completa.
Uno de los problemas con los que tuvo que enfrentarse
para la realización práctica de l a preparatoria fueron los textos
y el profesorado. Desde luego había hombres cultos capaces
de impartir las cátedras, pero no todos eran positivistas
como él lo hubiera deseado. E n cuanto a los textos,
Barreda pugnó porque los maestros redactaran sus propios
textos, ya que consideraba a los libros extranjeros que se
usaban de preferencia, como inadecuados para el medio mexicano.
Impuso las clases diarias de ciencias de una hora y
media y las demás cada tercer día y de una hora de duración.
Escogió destacados hombres de ciencia para formar el profesorado,
entre quienes figuraban: Francisco Díaz Covarrubias
en l a cátedra de física, el presbítero Ladislao de Pascua
de matemáticas, Leopoldo Río de la Loza profesor de química,
Alfonso Herrera de historia natural, Francisco Bulnes
catedrático de historia, Ignacio Ramírez de literatura, M a nuel
Fernández Leal, Eduardo Garay Bustamante y él mismo,
que impartió las clases de moral y de lógica, ésta teniendo
como texto el l i b r o del positivista inglés Stuart M i l i , y que
tantas protestas causaría más tarde.30
A la escuela preparatoria se le señaló como local el hermoso
edificio de San Ildefonso y como lema el comtiano
reducido a sus últimos términos: O r d e n y P r o g r e s o .
LA LEY 2 DE D I C I E M B R E DE 1867, creó las escuelas para estuíios
profesionales y especiales que ya hemos citado.
E n la Escuela de Jurisprudencia las cátedras obligatorias
mpuestas hicieron de ella una escuela de derecho muy cora-
Jeta. Se insistió en el estudio práctico de el derecho. Hay
ue notar, sin embargo, que algo conservador subsistía en
570 GUADALUPE M U R I E L
ella; la historia eclesiástica sigue apareciendo entre las demás
cátedras.31
L a ley también creó l a carrera de escribano y notario y
especificó sus estudios profesionales y preparatorios que son
los siguientes: francés, español, latín, paleografía, aritmética,
elementos de álgebra, geografía, ideología, gramática general,
lógica, metafísica, moral, principios de bellas letras, derecho
patrio, constitucional, administrativo, procedimientos y haber
practicando en l a oficina de u n notario y en juzgados civiles y
criminales. Esta carrera, sin embargo, no llegó a reglamentarse.
L a Escuela de M e d i c i n a y Farmacia es otra de las creadas
por l a ley. Se especificaron mejor las divisiones de las materias
y el p l a n de estudios es completísimo para l a época. Se
dispusieron además los estudios de botánica aplicada, incluyendo
l a geografía de las plantas medicinales del país, l a historia
general de las drogas con especialidad de las indígenas,
zoología, física, meteorología y química aplicada. Estos cursos
no constan en el reglamento de la ley, pero se dispuso
que su estudio se distribuyera en los cursos fundamentales
de l a carrera sobre todo en las cátedras de anatomía, fisiología,
patología, clínica, terapéutica, análisis químico y medicina
legal. Ambas carreras se organizaron minuciosamente
en el reglamento de 1868.32
"Los títulos de flebotómanos, dentistas y parteras —dice
l a l e y— se harán conforme a las disposiciones que ya existen:"
nada nuevo se impuso.
L a ley creó también las escuelas de A g r i c u l t u r a y Veterinaria
y el Reglamento fijó planes muy completos para ambas
carreras. A l agricultor se le fijaron 4 años de estudios
teórico-prácticos, con l a previa preparatoria de ingeniería.
Tantos años de estudio para una profesión que se consideraba
casi empírica, impidieron el buen éxito de la escuela.^
A los profesores de veterinaria se les exigió l a preparatoria
de los médicos y la organización de sus estudios apropiados
y completos le dio prestigio a la profesión.
L a Escuela de Ingeniería que dejó de llamarse de Minas,
R E F O R M A S E D U C A T I V A S 571
impartía cátedras para profesiones diversas: de ingeniero civ
i l que por primera vez se imponía en esta escuela y que
llenaba una necesidad apremiante, y las de ingeniero de m i nas,
ingeniero mecánico, ingeniero geógrafo e hidrógrafo y
para ensayador y apartador de metales. La Escuela siguió
consolidando su prestigio de gran establecimiento científico.
M u y importantes eran las prácticas ordenadas por todas las
carreras. E l bachillerato era igual para todos los ingenieros.34
L a Escuela de Naturalistas que ordenó la ley tendría,
según el reglamento, dos maestros: uno de botánica y otro
de zoología que se ocuparían de coleccionar para el Museo y
clasificar lo que existía en él. Estos profesores darían los
domingos lecciones de su especialidad orales y públicas en
el Museo Nacional. L a escuela no llegó a funcionar, pues el
gobierno prefirió gastar en lo que se consideraba de más
importancia.
L a Escuela de Bellas Artes impartiría estudios para arquitecto,
maestros de obras, (únicos estudios que obtenían título
de profesor), de escultor, grabador y pintor. Los estudios de
arquitecto durarían ocho años, pero los cuatro primeros que
consistían sólo en dibujo, se hacían simultáneamente a los
preparatorios. Éstos eran los mismos de los ingenieros, pero
en lugar del estudio del alemán, se les anotó el de italiano.
Los cuatro años restantes, se deberían hacer en la Escuela
según el reglamento lo ordenó. En el plan se impusieron
varias materias de estudios matemáticos propios para ingenieros,
con lo que se recargó demasiado el p l a n de estudios.35
Los cursos para maestros de obras estaban precedidos de
estudios preparatorios con estas materias: aritmética, ornato
a mano libre, contorno y claro obscuro, dibujo geométrico
y elemental de figura. L a carrera tuvo mucho éxito, pero
llegó a suspenderse en vista de que los maestros de obras
acaparaban el trabajo de los arquitectos. Los estudios para
pintores, escultores y grabadores, deberían de hacerse en la
Escuela de Bellas Artes, después de terminar estudios preparatorios
con estos cursos: gramática española, francés, ital
i a n o , aritmética, elementos de álgebra y geometría, elementos
de historia natural, de historia general y nacional, geo572
G U A D A L U P E M U R I E L
grafía física y política, especialmente de México.3** Simultáneamente
a estos estudios preparatorios llevarían en su
escuela, historia general y particular de las Bellas Artes y
anatomía de las formas, cuya práctica se haría con un cadáver
en el anfiteatro de la Escuela de Medicina. (El pudor
impedía la existencia de modelos.) Las materias profesionales
las distribuye el reglamento en tres años.37
L a Escuela de Música fue englobada en l a ley y quedar
o n sus cátedras reglamentadas en seis años de estudios especiales.
A éstos estudiantes no se les exigió estudios previos
de primaria ni de preparatoria, por lo que su preparación
fue nula y los incapacitaba para poder comprender
materias como filosofía y estética de la música e historia de
l a música. Los demás estudios eran referentes a l a técnica
musical, otros propios para actores, y un curso de hombres
célebres.
L a Escuela Normal de l a que habla l a ley, no se llegó a
fundar, por l o que el reglamento ordenó el establecimiento
de métodos de enseñanza y la comparación de ellos, en la
Escuela Nacional Preparatoria que la supliría.
E n la Escuela de Artes y Oficios se impartirían estudios
teóricos de materias científicas, idiomas, dibujo y talleres que
el reglamento especificó, con estudios prácticos de variados
oficios como de cerámica, bonetería, construcción de instrumentos
musicales, etcétera.38
A la Escuela de Sordo Mudos, que desde su fundación
contó con la atención del gobierno, se le reglamentaron
ahora sus estudios así: Lengua española, catecismo y principios
religiosos, elementos de geografía, historia general y nacional,
historia natural y materias prácticas adecuadas a cada
sexo y a la capacidad de los educandos. La teneduría de
libros, l a llevarían los más aptos. Para adquirir el título de
maestro de sordo-mudos, se necesitaba haber aprobado las
asginaturas citadas y conocer el sistema de enseñanza propio
para ellos.
L a Escuela de Comercio citada por la ley, entre los establecimientos
superiores y especiales, no aparece en el reglamento;
no llegó a organizarse sino años más tarde. Igual
R E F O R M A S E D U C A T I V A S 573
suerte corre l a carrera de agente de negocios, cuya lista de
materias aparece en l a ley, pero no en el reglamento.
L a ley de 2 de diciembre de 1867, en el capítulo 111,
habla de exámenes, premios, horarios, etc. Algunas disposiciones
que son interesantes las hemos anotado: Los exámenes
parciales serían efectuados por u n jurado de tres profesores.
Además de este examen, se efectuaría otro general de
todas las materias de cada año. En los exámenes de idiomas,
sólo se exigiría la lectura y l a traducción. Los estudios
hechos en escuelas que no eran oficiales, deberían revalidarse
por medio de un examen parcial, de cada materia, y un
examen general de cada curso. Para revalidar títulos profesionales
adquiridos fuera de los establecimientos oficiales,
bastaría con presentar un examen general. A los alumnos
se les premiaría su aplicación con medallas y diplomas de
i ? , 2? y 3er. grado.
E n la Escuela Preparatoria hubo alumnos externos e internos;
a éstos se les fijó una colegiatura de $ 200.00 al año,
pagaderas en trimestres. L a ley ordena no admitir alumnos
internos que no demostraran carecer de familia en l a capital.
L a ley de 1867, en lo referente a estudios especiales y profesionales,
también emanada de la Junta de Educación que presidía
Gabino Barreda, no creó en realidad nada nuevo pues
todas las instituciones ya existían, pero la ley las ordenó y
organizó y el reglamento minuciosamente marcó los años de
estudio y las materias que debían darse en cada uno, imponiendo
nuevos métodos y enseñanza práctica.
T o d o esto fue importante, pues con una educación tan
bien reglamentada y lógicamente ordenada, se lograría más
aprovechamiento. En esto como en otros detalles se ve la
ordenadísima mente de Barreda.
L a Escuela de Naturalistas llevó su sello. L a insistencia
en los estudios prácticos de todas las carreras también.
A través de muchas vicisitudes, todas las instituciones se
pusieron en marcha, con nuevos métodos de estudio, organizados
e inspirados en l a filosofía positivista.
Los fines que perseguía Gabino Barreda con l a educación
que la ley de 1867 impuso fueron explicados por él mismo
574 GUADALUPE M U R 1 EL
con estas palabras: " L a humanidad, está de tal modo dividida,
en l o que se refiere a las creencias religiosas, y políticas,
que parece actualmente imposible establecer vínculos
comunes, en cambio, los principios científicos, lógicamente
demostrados, son y serán siempre los mismos para todo el
mundo. L a suma de los tres ángulos de u n triángulo, es igual
a 180 grados, el cuadrado de l a hipotenusa, es l a suma de los
cuadrados de los catetos... Estas verdades innegables tienen
que ser aceptadas por todo hombre ilustrado, así sea republicano
o anarquista, aristócrata o demócrata, creyente o
incrédulo, deben estar unidos por el lazo de l a ciencia. Todos
deben participar en l a comunión científica, que a nadie
excluye, que a ninguno desecha".»»
Saber para prever, prever para obrar, he aquí la final
i d a d del esfuerzo intelectual.
Las leyes se repiten, luego, conociéndolas, podemos saber
lo que va a acontecer; conociendo el futuro podemos preveerlo
y así tenemos el camino seguro hacia el progreso.
T o d o ello a condición de: "una educación en que ningún
ramo importante de las ciencias naturales quede omitido; en
que todos los fenómenos de la naturaleza, desde los más
simples hasta los más complicados, se estudien y se analicen
a la vez teórica y prácticamente en l o que tienen de más
fundamental; una educación en que se cultive así, a l a vez,
el entendimiento y los sentidos, sin el empeño de mantener
por fuerza, tal o cual opinión o tal o cual dogma político
o religioso, sin el miedo de ver contradicha por los hechos,
esta o aquella a u t o r i d a d . . . y con el deseo de hallar l a verdad,
es decir, de encontrar l o que realmente h a y . . . no puede
menos de ser, a l a vez que u n manantial inagotable de satisfacciones,
el más seguro preliminar de l a paz y del orden
social, porque él pondrá a todos los ciudadanos en aptitud
de ofrecer todos los hechos de una manera semejante y, por
lo mismo, uniformará las opiniones hasta donde esto sea
posible y las opiniones de los hombres son y serán siempre
el móvil de todos sus actos. Este medio es, sin duda, lento,
pero ¿Qué importa si estamos seguros de su eficacia? ¿Qué
son diez o quince o veinte años en l a vida de una nación
R E F O R M A S E D U C A T I V AS 575
cuando se trata de cimentar, el único medio de conciliar, la
libertad con l a concordia, el progres ocon el o r d e n ? " 4 0
L A R E F O R M A EDUCATIVA de Gabino Barreda tuvo como base
l a filosofía positiva y como antecedente toda la legislación
educativa anterior. Barreda conservó los institutos educativos
existentes, organizándolos e introduciendo en ellos estudios
complementarios. La originalidad del plan barrediano residió
en el nuevo sentido que se le dio a l a educación, al énfasis
que puso en las ciencias cuyo estudio intensificó y a
los nuevos métodos de investigación que introdujo. Su atención
se concentró en l a escuela preparatoria a l a que organizó
con una enciclopédica serie de materias eslabonadas, que
tenían como f i n a l i d a d la de proporcionar a todos los estudiantes
un fondo común de verdades científicas experimentadas
y probadas que los llevarían al orden mental.
T o d a l a reforma de Barreda representó una reacción violenta
contra la educación tradicional, lo cual lo llevó al
extremismo; al exceso de especulación metafísica en los estudios,
reaccionó con el desecho total de ella; al cultivo exhaust
i v o de las humanidades clásicas, con su olvido absoluto; a
los insignificantes estudios científicos, con el enfoque total
hacia esas actividades; al método silogístico que imperaba
en la investigación, con los métodos inductivos, l a observación
y l a experimentación.
E l panorama actual, más alto por l a lejanía en el tiempo,
del que tuvieron los ateneístas que sintieron l a opresión esp
i r i t u a l del positivismo, nos permite ver más claramente la
importancia de la reforma educativa de Gabino Barreda en
su momento y l a trascendencia que ella tuvo.
E l historiador hallará en el estudio del sistema educativo
impuesto por Barreda las bases indispensables para poder
construir con solidez casi medio siglo de l a historia del Méx
i c o Independiente.
576 G U A D A L U P E M U R I E L
N O T A S
i José María D U B L Á N y L O Z A N O , Legislación M e x i c a n a d e las d i s p o s
i c i o n e s l e g i s l a t i v a s d e s d e la I n d e p e n d e n c i a . México, D. F., Edición Oficial,
Imprenta del Comercio de Dublán y Chávez, 1878, vol. n, pp. 564¬
2 l b i d e m , vol. rv, p. 312.
3 l b i d e m , vol. vil, pp. 344-347¬
4 Daniel Cosío VILLEGAS, H i s t o r i a M o d e r n a d e México, vol. 111. L a
República R e s t a u r a d a . V i d a S o c i a l , México, Editorial Hermes, 1963,
pp. xix-xx.
5 l b i d e m , p. 21.
« D U B L Á N Y L O Z A N O , op. cit., vol. x, p. 193.
7 l b i d e m , p. 198.
8 Ezequiel C H Á V E Z , L a Educación N a c i o n a l , en Justo SIERRA e t . a l .
México y s u Evolución S o c i a l . México, D. F., J. Ballescá y Compañía
Sucesor, 1901, vol. 1, p. 224.
9 Gabino BARREDA, "Dictamen sobre la Instrucción Primaria", D i a r
i o O f i c i a l , 15 de agosto de 1875.
10 D U B L Á N Y L O Z A N O , op. cit., vol. x, p. 194.
11 l b i d e m , p. 206.
12 l b i d e m , p. 238.
13 Gabino BARREDA, "Carta dirigida al C. Mariano Rivapalacio", en
E s t u d i o s , México, Ediciones de la Universidad, 1951, p. 10.
14 l b i d e m , p. 11.
15 l b i d e m , p. 16.
16 l b i d e m , p. 52.
17 l b i d e m , p . 5.
18 l b i d e m , p . 18.
10 Francisco L A R R O Y O , H i s t o r i a c o m p a r a d a d e la educación e n México.
3» Ed., México, D. F. Editorial Porrúa, S. A., 1952.
20 BARREDA, Supra 13, p. 20.
21 l b i d e m , p. 21.
22 l b i d e m , p . 23.
23 l b i d e m , p . 25.
24 l b i d e m , p . 27.
25 l b i d e m , p . 28.
26 l b i d e m , p. 29.
27 l b i d e m , p . 32.
38 Gabino BARREDA, "De la Educación Moral", en E s t u d i o s . México,
Ediciones de la Universidad, 1941, pp. 111-127.
29 l b i d e m , " L a Instrucción Pública" en R e v i s t a P o s i t i v a , Científica,
Filosófica, S o c i a l y Política. México, D . F., Editada por la Sociedad Positiva
de México, 1903-1912, vol. 1, p. 320.
R E F O R M A S E D U C A T I V AS 5 7 7
30 Ezequiel CHÁVEZ, op x i t . , p. 530.
31 D U B L Á N Y L O Z A N O , op. cit., vol. x, p. 245.
32 I b i d e m , vol. x, p. 245.
33 I b i d e m , vol. x, p. 243.
34 i b i d e m , vol. x, pp. 246-248.
35 I b i d e m , vol. x, p. 249.
36 I b i d e m , vol. x, p. 199.
3T I b i d e m , vol. x, p. 250.
38 I b i d e m , vol. x, p. 251.
39 José R A M O S , "Discurso en Honor de Gabino Barreda", en Ezequiel
Chávez, e t . a l , D i s c u r s o s y Poesías e n H o n o r d e G a b i n o B a r r e d a . México,
Tipografía T . González Sucs., 1898, p. 48.
40 BARREDA, supra 13, p. 18.

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